martes, 19 de abril de 2011

PRESIÓN. PARTE III (ÚLTIMA)


PARTE III

Para aclarar la relación entre la presión manométrica y la presión absoluta, imaginemos un medidor convencional de presión de neumáticos como el que se muestra en la siguiente figura. Este instrumento esta compuesto por  (A) una boquilla, (B) una barra calibrada, (C) un cilindro que sirve de cuerpo del medidor, (D) un resorte, (E) un pistón de goma y (F) un tope también de goma. La barra calibrada se coloca dentro del resorte y se introduce en el cilindro que sirve de cuerpo del medidor. En los extremos del cilindro se colocan tanto el pistón como el tope (estos no están unidos al resorte), Por último se coloca la boquilla en el extremo del cilindro donde se encuentra el pistón. Una vez conectado el medidor en el neumático, la presión ejercida por el aire comprime el resorte el cual a su vez hace que la barra calibrada se desplace y permita realizar la lectura de presión. Pero, ¿Es esa la presión del aire dentro del caucho? NO! Observando nuevamente la figura, la barra calibrada esta sometida a la acción de la presión atmosférica, por lo tanto, lo que se mide es la diferencia entre la presión absoluta del aire en el neumático y la presión atmosférica, es decir, la presión manométrica (esta explicación asume que la superficie del neumática es suficientemente rígida para aislar al aire contenido en el mismo del efecto de la presión atmosférica).

En las unidades de medida de presión se suele colocar el sufijo “a” cuando expresan presiones absolutas y el sufijo “m” cuando expresan presiones manométricas. Para el idioma inglés en lugar de utilizar “m” se utiliza “g” (gauge). Por ejemplo psia y psig o en español lpca y lpcm (estas siglas significan libras por pulgada cuadrada).



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